HACE VEINTE AÑOS
Hace veinte años nos miramos, niños aun éramos
y despertó en ti por vez primera en tu vida… el amor.
Niños, aun éramos…
Sin comprender, ¡que sucedía!, pero…
algo te decía la necesidad de hablarme y de tocarme.
Después de veinte años; volvemos a encontrarnos.
Niños ya no somos… y aquello que no comprendiste,
nuevamente lo sentiste.
Nuestras miradas se cruzaron y otra vez removieron,
aquel sentimiento, de hace veinte años.
Cuando, niños, aun éramos.
La ternura en ti, el anhelo de querernos,
el deseo de abrazarnos sin importarnos nada,
excepto la locura de tenernos.
Niños, ya no somos…
Pero,... aunque el miedo te embargara,
supiste superarlo y nos amamos;
a consecuencia de enamorarnos.
Más… sin embargo, con una prontitud ilimitada
sucedió lo inesperado.
Niños ya no somos…
Y debemos de aceptar el hecho
de estar enamorados.
Como los niños de hace veinte años.
Luis Jiménez Dubernard.
CD. de México, 11/octubre/1983
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