No deseo desaparecer de la faz de la tierra, sin dejar al menos, una huella de mi existencia al andar por ella.

Luis Jiménez Dubernard.

El autor.

GRACIAS POR VISITAR ESTE ESPACIO.

AQUI ENCONTRARA LA HERALDICA DE LAS FAMILIAS:

DUBERNARD, CHAUVEAU Y JIMENEZ ABAD.

ADEMAS: POEMAS, VERSOS, FOTOS, PENSAMIENTOS Y PUBLICACIONES HECHAS POR MI.

ESPERO LES SEA DE SU AGRADO.



HERALDICA, POEMAS, PUBLICACIONES, FOTOS, REFLEXIONES.

Powered By Blogger

viernes, 23 de julio de 2010

POEMA: SUSPIRO

SUSPIRO

Profundo suspiro que viene del corazón,

Sincero sentimiento de amor,

Pensamiento… que cabe hacer mención,

Acerca de nuestra relación.

Devoción de amor en nuestra formación que,

nos regaló la sensación.

Suspiro que deshoja una rosa.

Suspiro que aflora de un alma hermosa.

Imperio de jóvenes enamorados.

Muralla de amor encadenada…

Al solo hecho de…,

…un suspiro.

Luis Jiménez Dubernard.

20 mayo 1983

(Separación).

POEMA: POR LAS NOCHES

POR LAS NOCHES

Por las noches, cuando me embarga

el pensamiento por ti.

Y en la soledad me abraza la ansiedad,…

…Te busco.



Pero… que encuentro?

Tu almohada inerte, vacía y fría.

No encuentro respuesta, solo pienso,

me desespero y recuerdo…



Extrañeza sin tus besos,

Desaliento sin caricias,

Desilusión, enojo y tristeza.



No hay nada, solo aire,

solo frio, solo el recuerdo

de tu cuerpo tibio.



Todo pasa…

…por las noches.

Luis Jiménez Dubernard.

Cd de México, centro.

19 mayo 1983

(Separación).

En un café de chinos.

Esta poesía fue musicalizada y cantada en el programa

Musicalitronico, televisa canal 8, por mi gran amigo

Roberto Alarcón.

POEMA-VERSO: HUMANIDAD

HUMANIDAD
Humanidad desquebrajada;
Vientos que silban como trinos,
cual caracolas rotas a la orilla de una playa,
convirtiéndose tan solo
en sedimento de esperanza,
por sanar un mundo consternado.
Luis Jiménez Dubernard.
Cuernavaca, Mor.
Febrero/1993

ESCRITO: NARRATIVA-ANECDOTARIA

NARRATIVA ANECDOTARIA

“UNA LECCION INSOLITA”

Por: Lic. Luis Jiménez Dubernard.

Llego a mi casa en la montaña, en Monte Casino, la candelaria, como todos los días – (en la madrugada), alrededor de las 2:00 a.m. reflexionando sobre mi vida y acerca de mis problemas y con el afán de encontrar mi curriculum vitae para una entrevista de trabajo por la mañana, -hace frio y esta húmedo el ambiente, enciendo la radio para escuchar algo, al menos voces para llenar el espacio vacío que me rodea.

Poco después de mi arribo escucho los ladridos y gemidos desesperados de “Smile” (la perrita de la colonia), que igual que todas las noches me pide entrar a dormir y guarecerse del frio y de la lluvia, o, (¿quizá sea para acompañarme?), ¿pues se da cuenta de mi soledad?; “Smilie” nombre bien ganado, bautizada así, ¡no se por quien! pero le queda, puesto que acepta su condición de vida y su existencia, sin mayor queja, ya que le sonríe a la vida tal como es.

Simpática, dócil y amigable pues lo expresa y demuestra abiertamente mostrando, al hablarle, todos sus colmillos y dientes retrayendo los belfos superiores.

Sin embargo, note que esta noche se escuchaba diferente, ¡le urgía entrar! En cuanto le abrí corrió desesperada a meterse a la caja de cartón que ya le tenía preparada para ella en un rincón de mi casa con un cojín viejo al fondo para que estuviera a gusto y cómoda.

Sin mayor atención, yo continué recopilando todo el material que necesitaría para dentro de algunas horas, cuando de repente escuche quejidos fuera de lo normal provenientes de la parte baja de mi cabaña, por lo cual, baje a cerciorarme de que se trataba, llevándome una agradable sorpresa, … “Smilie” empezaba a ser madre; era el momento crucial para ella, en mi reloj las manecillas marcaban las 4.00 a.m. cuando me percate de que otro cachorro asomaba debajo de su cola, al que suavemente comenzó a limpiar para darle cobijo después.

Es increíble la naturaleza, esta noche “Smilie” me hizo partícipe y testigo de lo maravilloso que es la vida.

Hay que reflexionar acerca de nosotros mismos, ¡todo lo tenemos! Pero ¿Qué tanto lo aprovechamos?

“Smilie” le sonríe a su vida de perro sin dueño (es de todos y de nadie), paradójicamente soy el invitado especial a una intimidad compartida de la perrita comunitaria y semi-abandonada que lo único que ha buscado es cariño y un poco de atención.

Y me da una lección, si, una lección de amor, de amor a mí mismo y a la vida, a mi presente, el ¡aquí y ahora! Y a mi futuro, un futuro incierto que el destino y Dios se encargan de encaminar.

Si nosotros los seres humanos,” los pensantes”, “los racionales” optáramos por demostrarnos todo el afecto, cariño, amabilidad y respeto que podemos ofrecer, otra cosa seria el mundo, ¿por qué no probarlo?, nunca es tarde.

Septiembre/1990.

POEMA: ERES

ERES

Eres parte de un poema

Eres mi romance

Eres el balance que se tiene en una flor
y que encierra en mi corazón,
todo el recuerdo de un gran amor.

Luis Jiménez Dubernard.
CD. de México
Nov. /1983

POEMA: "DIGNIDAD DE HOMBRE"

"DIGNIDAD DE HOMBRE"

Tengo la conciencia tranquila,

por mi no ha quedado,

hice todo cuanto pude.

Me he rebajado.

Me he humillado.

He rogado y suplicado.

He llorado.

Más,… sin embargo todo ha sido en vano,

y ahora solo queda…

la dignidad.

¡Sí!, la dignidad de un hombre,

herido y trastornado,

con deseos gigantes, de amar y ser amado.

Dignidad de hombre,…

con la que han jugado,

Sentimientos lesionados y que…

han pateado.

Pero… finalmente, lo único

que queda es…

La dignidad de hombre.

Luis Jiménez Dubernard.

19/mayo/1983

(Separación).

POEMA: DESPEDIDA CONSOLANTE

DESPEDIDA CONSOLANTE

Lucecita fugaz, que pasaste por nuestras vidas como un haz,
dejando un manto lleno de amor y de ternura
en todos los que te queremos.

Un profundo sentimiento de dolor y vacio
nos agobia en el corazón desde el día
en que te convertiste en Angelito.

Sin embargo, los imponderables de la vida terrena,
que no llegaste a conocer, ¡así son!,
Impredecibles.

Y ante la impotencia de los mortales,
tan solo nos queda la resignación,
la fuerza y el valor para afrontar la realidad,
una realidad cruel, triste y dolorosa
pero que debemos aceptar,
tanto tus amorosos padres
como todos los que siempre te rodeamos.

¡Angelito celestial!, mucho necesitaremos de la claridad divina
al recordarte y mencionarte.

Nunca olvidaremos tus azules ojitos risueños,
ni tu inocente sonrisa contagiosa,
ni tus soleados rizos dorados;
ni la interrogante del… ¿Por qué?

¡Sí!,… el ¿Por qué? de siempre
y de todos los mortales
que encontramos el consuelo
al conformarnos con decir únicamente…

¡Solo Dios!

Con el amor y cariño de tu tío Luis.
Para mi querido hermano y mi cuñada,
que encuentren paz en su corazòn
y resignaciòn por su dolor.
Luis Jiménez Dubernard.

Enero- 30 -1985.

POEMA: OJOS HECHIZEROS

OJOS HECHICEROS

Ojos hechiceros, cristales de tu alma,
embrujo de mi corazón.

Tormento de mi existencia al mirarlos,
combinación impredecible con el entorno de tus labios.

Y el deseo incontenible de besarlos.

Impaciencia intolerable de catarlos
como al más dulce de los vinos,
mostrando un escalofrío estimulante e inquebrantable al yo rozarlos.

Tenaz suspicacia de alcanzarlos
y tierna e incondicionalmente conquistarlos.

Tembloroso de ansiedad buscarlos
hasta hallarlos en lo más sublime de un inquietante sortilegio.

Luis Jiménez Dubernard.

Tepoztlán, mor, 1990.

POEMA: AMOR SINCERO

AMOR SINCERO

Entristecida se encuentra mi alma con el solo hecho
de pensar en no volverte a ver.

Envidiare al sol que te despertara todos los días,
y yo sin poderte decir ni siquiera,

¡Buenos días!... querida mía.

Ansiare tus brazos que han rodeado mi cuello,
conjuntamente con tus labios
que han besado mis labios.

Extrañare tus lágrimas, gotas de cristal y ternura,
que hablan de tu sinceridad,
y que no podre consolar más.

Tus sentimientos a flor de piel llenos de espontaneo amor
que me entregaste limpia y cariñosamente.

Te soñare tomándote en mis brazos y susurrándote al oído
un “si?, que pasa?”,
seguido de Tu nombre y un tierno
te quiero, te amo, te adoro.

Jugar con tu cuello y tu pelo haciéndote sentir amada y querida,
percibiendo por todo tu cuerpo, un largo y agradable escalofrió…
estremeciéndote por esa sensibilidad característica de ti.

Pero ahora,… cuando más nos amamos,…
nos separamos
y al mismo tiempo, seguimos tan cercanos.

Recordaremos cantando “soledad”, y “al final”,
“para nada”, nos olvidaremos el uno del otro.

Y sin embargo, volveremos a estar juntos, porque
confiamos en el gran amor que vivimos e intensamente compartimos,
pues estamos enamorados y seguiremos amándonos….

Por siempre.

Luis Jiménez Dubernard.

Octubre 1983

POEMA : HACE VEINTE AÑOS

HACE VEINTE AÑOS

Hace veinte años nos miramos, niños aun éramos
y despertó en ti por vez primera en tu vida… el amor.

Niños, aun éramos…

Sin comprender, ¡que sucedía!, pero…
algo te decía la necesidad de hablarme y de tocarme.

Después de veinte años; volvemos a encontrarnos.
Niños ya no somos… y aquello que no comprendiste,
nuevamente lo sentiste.

Nuestras miradas se cruzaron y otra vez removieron,
aquel sentimiento, de hace veinte años.

Cuando, niños, aun éramos.

La ternura en ti, el anhelo de querernos,
el deseo de abrazarnos sin importarnos nada,
excepto la locura de tenernos.

Niños, ya no somos…

Pero,... aunque el miedo te embargara,
supiste superarlo y nos amamos;
a consecuencia de enamorarnos.

Más… sin embargo, con una prontitud ilimitada
sucedió lo inesperado.

Niños ya no somos…

Y debemos de aceptar el hecho
de estar enamorados.

Como los niños de hace veinte años.



Luis Jiménez Dubernard.

CD. de México, 11/octubre/1983

POEMA: A MI HIJA



A MI HIJA


Anamari, hijita de mi vida, no hay momento del día
en que no piense en ti,te recuerdo siempre,
tu cabello rubio y tus ojillos azules
entonando con tu carita de picara.

Te recuerdo; sentadita en mi rodilla
acariciando mi barbilla y sonriendo
para hacer una travesura.
Todavía te miro; como si fuese ayer,
cuando correteabas alegre y feliz en rededor mío,
invitándome a jugar contigo.

La tristeza me embarga cuando veo a otras niñas
jugar con sus pelotas, y es cuando te transformo,
te recuerdo y lloro, me haces falta,
tengo en mi corazón un gran vacío,
pero me da fuerza el pensar
que te volveré a ver algún día.

Tenías escaso año y medio cuando me quitaron
la satisfacciónde verte crecer
y ver lo mejor de ti;
tus gracias, tus risas, tus coqueterías.

Aun te recuerdo con ternura dormida en tu cunita
mirando esa carita de angelita,
en que mi corazón me traicionaba,
afloraban mis sentimientos y corrían las lagrimas
sobre mis mejillas.

Te cubría del frio, besaba tu frente y te persignaba,
tú abrías tus ojitos y me mirabas;
sabias que yo te protegía
y Dios estaba contigo.

Pedacito de mi vida, por más que te alejen de mí,
un padre, es un padre y yo, amor mío,
siempre seré tu padre.

Te amo.
Tu papito Luis.

Luis Jiménez Dubernard.

Cd. de México, 16/5/83

(Separación).